martes, 13 de diciembre de 2011

La Luna y el Mar Infinito



En la noche estrellada, yace encendida la Luna. Brilla como el agua. Como aquella  que fluyen bajo el subsuelo de aquel idílico paisaje. Aquí, con la playa a los pies de tus montañas y los verdes bosques que las visten, no perderse en la inmensidad del paisaje es sencillamente, algo imposible.

Tras el sueño desvelado, la pluma del escritor. Intentando completar  lo que un día empezó a relatar. Historia sin fin de innumerables capítulos, de final imposible, historia de amor inigualable.

Por fin, atrás quedan las montañas de polvo y surge el agua. Fresca y llena de vida. Aun no puedo creerlo. Pero día a día me siento más lleno. Es como tener una razón por la que despertar e involuntariamente, no poder para de pensar en como hacerle un poquito más feliz. Es tener una razón de ser día tras día.

Al final, cual búho, me camuflo entre los parajes de este idílico Bagur. Sintiéndome tan puro, como cada gota de agua. Como cada mar infinito. Como cada cada mirada. Como tú...

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