martes, 28 de diciembre de 2010

Quiéreme si te atreves II


Tic-toc, tic-toc, tic-toc

Resuena en mi cabeza el movimiento de las agujas del reloj. Miro el cielo esperando a que se caiga. Lo veo todo borroso. Seguramente por las lágrimas que mojan mis ojos. No puedo moverme, tan solo tiemblo y recuerdo. Recuerdo el momento en que estaba al borde del precipicio, asomado. Entonces, confiaba en que tus brazos me agarrasen. Pero te han fallado. Sin quererlo, tus brazos no respondieron, y tus pensamientos, se hicieron fuertes, tan fuertes, que consiguieron que mi cuerpo se precipitara al vacío más inmenso…

No te culpo en absoluto. Sé que tu intención era sujetarme, no dejarme caer. Ahora confío en que allí en suelo, frío, donde me hallo paralizado, vuelva a ver tu cara. Me conformaré con ver tu sonrisa, como sabes que me encanta. Pero quiero que tengas claro, que por mucha altura a la que pueda caer, nunca dejaré de lucharte e intentar hacerte el ser más feliz de este planeta.

Y así, estás lágrimas que hoy cayeron sobre mí, no sean nada más que la fuerza que me permita seguir. Seguir intentando hacerte feliz

"El ruido del adiós, revienta en mis oídos. Que alguien detenga mis latidos.... Resuenan con dolor y tiemblo de tristeza..."

1 comentario:

A. dijo...

No sempre podem tenir el que volem. I tampoc no som nosaltres qui decidim que sentir, quan sentir-ho i per qui sentir-ho... però com ja t'he dit, crec que cadascú té el seu destí, si és el teu, ho sabràs.

Ah... i no et conformis amb les coses! Un amic em va dir "no n'hi ha prou amb la felicitat, exigim eufòria", crec que és el que tots hauriem de fer :)

Si et sens perdut, estén els braços i crida. Segur que algú t'agafa i no et deixa anar. I per molt que no sigui aquella persona que haguessis volgut, pensa que potser no és ella qui et mereix. Tingues en conta que sempre tindràs algú al costat.

A.